Diferencias entre el Paradigma de Aprendizaje Cooperativo y Aprendizaje Colaborativo
En
la literatura aparece reiteradamente el término aprendizaje
colaborativo vs. cooperativo. Es una terminología de moda. Aunque
algunos autores tienden a homologarlos, en este trabajo presentaremos
sus diferencias, básicamente porque el aprendizaje colaborativo responde
al enfoque sociocultural y el aprendizaje cooperativo a la vertiente
Piagetiana del constructivismo.
Como
señalan (Dillenbourg,1996, Gros, 2000) el aprendizaje cooperativo
requiere de una división de tareas entre los componentes del grupo. Por
ejemplo, el educador propone un problema e indica qué debe hacer cada
miembro del grupo, responsabilizándose cada uno por la solución de una
parte del problema. Esto implica que cada estudiante se hace cargo de un
aspecto y luego se ponen en común los resultados. Lo propio de la
distribución de tareas en el aprendizaje cooperativo es claramente
definido por (David W. Johnson et al, 1999: 14) quien explica:
aprendizaje cooperativo es trabajar conjuntamente para concretar
distribuidamente una meta. En otro texto complementa: el aprendizaje
cooperativo es el empleo didáctico de grupos reducidos en los que los
alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los
demás. Este método contrasta, con el aprendizaje competitivo en el
que cada alumno trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos
escolares determinados (D. W. Johnson et al,1999: 14).
Los
enfoques o paradigmas de aprendizaje colaborativo y cooperativo, tienen
algunas características que los diferencian notoriamente. Cada
paradigma representa un extremo del proceso de enseñanza – aprendizaje
que va de ser altamente estructurado por el profesor (cooperativo) hasta
dejar la responsabilidad del aprendizaje principalmente en el
estudiante (colaborativo).
La
premisa básica de ambos paradigmas está fundada en el enfoque
constructivista. El conocimiento es descubierto por los alumnos y
transformado en conceptos con los que el alumno puede relacionarse.
Luego es reconstruido y expandido a través de nuevas experiencias de
aprendizaje.
(Ken
Brufee, 1995) señala que el enfoque colaborativo es el que requiere de
una preparación más avanzada para trabajar con grupos de estudiantes.
Este autor identifica dos tipos de conocimiento como la base para
escoger uno de estos enfoques (colaborativo vs. cooperativo). El
aprendizaje fundamental es el conocimiento básico, representado por
creencias justificadas socialmente en las cuales todos estamos de
acuerdo: gramática, ortografía, procedimientos matemáticos, hechos
históricos, representarían tipos de conocimiento fundamental. Estos son
aprendidos mejor utilizando estructuras de aprendizaje cooperativo en
los grados iniciales.
El
conocimiento no fundamental es derivado a través de razonamiento y el
cuestionamiento en lugar de la memorización. Los estudiantes deben dudar
de las respuestas, incluso de las del profesor, y deben ser ayudados
para arribar a conceptos mediante la participación activa en el proceso
de cuestionamiento y aprendizaje. Como resultado de esta acción, el
nuevo conocimiento es creado; algo que no ocurre cuando se trabaja con
hechos e información asociada al conocimiento fundamental. El
aprendizaje colaborativo cambia la responsabilidad del aprendizaje del
profesor como experto, al estudiante, y asume que el profesor es también
un aprendiz.
Brufee,
ve los dos enfoques como si fueran lineales, y sostiene que el
aprendizaje colaborativo está diseñado para entrar justo cuando el
cooperativo sale o termina. Esta transición puede ser vista considerada
como un continuo que se desplaza desde un sistema muy controlado y
centrado en el profesor a un sistema centrado en el estudiante donde el
profesor y los estudiantes comparten la autoridad y el control del
aprendizaje.
Aprendizaje colaborativo con redes
A
este respecto, nos parece importante mencionar que el aprendizaje
colaborativo con soporte computacional, ACAC, puede ser complementado
con las posibilidades de trabajo colaborativo a través de las redes
(Computer Supported Collaborative Work, CSCW).
Los
autores que analizan el aprendizaje colaborativo desde la óptica de las
redes de computadores, han realizado una síntesis acerca de los
procesos y condiciones internas y externas que se producen a través del
aprendizaje con redes.
(Kaye,
1991) define seis elementos como los más importantes a tratar de
delimitar el campo del aprendizaje colaborativo en redes.
-
El aprendizaje es inherentemente un proceso individual, no colectivo,
que es influido por una variedad de factores externos, incluyendo las
interacciones grupales e interpersonales.
- Las interacciones de grupo e interpersonales implican el uso del
lenguaje (como proceso social) en la reorganización y modificación de
las estructuras de conocimiento y comprensión de cada persona, por lo
que el aprendizaje es simultáneamente un fenómeno social y privado.
- Aprender colaborativamente implica intercambio entre pares,
interacción entre iguales, y capacidad de intercambio de roles, de tal
manera que diferentes miembros de un grupo o comunidad pueden desempeñar
distintos roles (Alumno, profesor, documentalista, gestor de recursos,
facilitador) en diferentes momentos, dependiendo de las necesidades.
- La colaboración lleva a la sinergia, y asume que , de alguna forma el “
todo es más que la suma de las partes”, de tal forma que aprender
colaborativamente tiene el potencial de producir ganancias de
aprendizaje superiores al aprendizaje aislado.
- No todas las tentativas en el aprendizaje colaborativo tienen éxito,
ya que bajo ciertas circunstancias, la colaboración puede conducir a la
conformidad, a procesos inútiles, falta de iniciativa, malentendidos,
conflictos y compromisos: los beneficios potenciales, no siempre son
alcanzados.
-
El aprendizaje colaborativo no implica necesariamente aprendizaje en
grupo, sino la posibilidad de ser capaz de confiar en otras personas
para apoyar el propio aprendizaje y proporcionar feedback, como y cuando
sea necesario, en el contexto de un entorno no competitivo.
Bibliografia.
Driscoll, M.P. y Vergara, A. (1997). Nuevas Tecnologías y su impacto en la educación del futuro, en Pensamiento Educativo, 21.
Gros, B. (2000). El ordenador invisible. Barcelona: Gedisa.
Johnson, D.W. Johnson, R.T.,& Holubec, E.J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Barcelona: Paidos.
Johnson,
C. (1993). Aprendizaje Colaborativo, referencia virtual del Instituto
Tecnológico de Monterrey, México http://campus.gda.itesm.mx/cite.
Fuente: http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-02.htm
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